Actualmente están emergiendo varias tecnologías con diferentes aplicaciones posibles; en concreto, la herramienta digital que se está desarrollando en el proyecto AquaIA es un sistema diseñado para optimizar el riego deficitario en cultivos hortícolas ecológicos mediante sensores IoT, inteligencia artificial (IA) y modelos configurables de líneas de producto software.
El sistema se basa en la combinación de las mencionadas tecnologías para la gestión eficiente del agua en cultivos ecológicos, enfrentando el desafío de la escasez hídrica y promoviendo prácticas agrícolas más sostenibles. Los sistemas físicos ya están instalados y conectados en la parcela de estudio. Estos miden varios parámetros como por ejemplo el sensor Teros21 de Meter Group, que mide el potencial mátrico del suelo, proporcionando datos actualizados cada pocos minutos sobre la disponibilidad de agua para las plantas. Esta información es esencial para gestionar el riego de manera precisa y eficiente. La instalación de estos sensores físicos está combinada con la teledetección mediante el uso del satélite Pleiades Neo de Airbus, con el que se capturan imágenes multiespectrales que permiten analizar índices de estrés hídrico y el crecimiento vegetal. Con esta combinación se consiguen almacenar una gran cantidad de datos, que combinados con la Inteligencia Artificial dan la posibilidad de identificar patrones en el uso del agua y diagnosticar el estrés hídrico en los cultivos. La plataforma da uso a la Inteligencia Artificial aplicando las llamadas “Las redes neuronales”, que son capaces de procesar ese gran volumen de datos provenientes de los sensores y la teledetección, así como observaciones manuales. Esto permite detectar tendencias, ciclos y predecir las necesidades hídricas de los cultivos, además de identificar anomalías en tiempo real. Además, los resultados de estas predicciones continúan mejorando a medida que se integran datos históricos y actuales.
Combinando estas herramientas el equipo ha conseguido crear los llamados “Gemelos digitales”, que equivalen a la implementación de réplicas virtuales de los sensores físicos, ampliando las capacidades de monitoreo, permitiendo la observación de nuevas zonas y cultivos sin la necesidad de la instalación de un alto número de sensores físicos, con el consecuente ahorro económico. Además, el análisis de variables adicionales no siempre accesibles mediante los sensores físicos se utiliza para mejorar la precisión del sistema y la toma de decisiones.